La silicosis es la neumoconiosis producida por inhalación de partículas de sílice, entendiendo por neumoconiosis la enfermedad ocasionada por un depósito de polvo en los pulmones con una reacción patológica frente al mismo, especialmente de tipo fibroso. Encabeza las listas de enfermedades respiratorias de origen laboral en países en desarrollo, donde se siguen observando formas graves. El término silicosis fue acuñado por el neumólogo Achille Visconti (1836-1911) en 1870, aunque desde antiguo se conocía el efecto nocivo del aire contaminado para la respiración.1 La silicosis es una enfermedad fibrósica-pulmonar de carácter irreversible y considerada enfermedad profesional incapacitante en muchos países.
Debido a que la silicosis crónica es de lento desarrollo, los signos y síntomas pueden no aparecer hasta años después de la exposición. Los signos y síntomas incluyen:
Disnea, agravada por el esfuerzo.
Tos, a menudo persistentes y graves.
Fatiga.
Taquipnea.
Pérdida de apetito y pérdida de peso.
Dolor de pecho.
Fiebre.
Gradual oscurecimiento de las uñas, llevando incluso a su ruptura.
En los casos avanzados, también se puede presentar:
Cianosis (piel azulada)
Cor pulmonale (Insuficiencia cardiaca derecha)
Insuficiencia respiratoria